He navegado sin rumbo, solo y sin saberlo; He sacrificado al amor para renegar de su existencia
He marchitado al tiempo con mis desplantes y sonidos
He padecido el vértigo de la muerte en cada lágrima de mis noches... pero
Hoy me he dado cuenta que contigo la soledad es felicidad eterna.
He maldecido a mi suerte, siempre que me ha traicionado
pero con tu presencia hermano mío
hasta el mismo infierno es dulzura y mis noches sabor a melancolía.
jueves, 5 de noviembre de 2009
A mi HeRmANo
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